jueves, 18 de septiembre de 2008

Primera publicaciòn




Patrick Sahidt M. Jiménez Delgado Matricula: a00908603 16/sep./2008 19/09/2008


La toma de Fahrenheit
Mi Reflexión.


Una vez que llegue a mi casa, después de presenciar la muerte de la mujer junto a sus libros, no he podido dejar de pensar en lo triste de aquella imagen, me di cuenta de algo, creo que tuve una especie de revelación, cabe aclarar que no es una idea que me llegara de momento, como la luz al final del túnel, es algo que ha estado dando vueltas en mi mente de un tiempo hasta hoy; que con aquella imagen de valor y convicción a tomado forma me ha hecho al fin encontrar mi propio pensamiento.

Antes que nada me he puesto a pensar en aquella mujer, lo que hizo, ¿fue un suicidio realmente? ó ¿la orillamos a su muerte?, creo firmemente lo segundo, esta sociedad la ha obligado a morir, porque después de todo ya estamos muertos. Ella eligió dejar de existir por sus libros y me he puesto a pensar si eso vale la pena, si un conjunto de hojas encuadernadas son más importantes que despertar cada mañana; esta reflexión me llevo a otra mas profunda, ¿para que despertar cada mañana? Y si abrimos los ojos solo para seguir una rutina, para mirar la televisión, si se nos esta prohibido pensar y por tanto prohibido elegir, entonces yo tampoco entiendo el significado de vivir, no en esta sociedad, no con estas reglas. Porque pensar es una facultad humana, porque elegir es parte de la libertad y para ser libre es indispensable conocer; para elegir, para pensar, para saber y entenderse a uno mismo como ser humano el mejor camino es el de la lectura, no hay duda de ello.

Puede ser que para muchos resulte conveniente que todos nosotros ignoremos nuestra realidad, que permanezcamos como un rebaño solo alimentándonos y mirando la vida pasar, rebajándonos a nivel animal, o peor aun, a nivel de objetos, perdiendo así nuestra dignidad y nuestro valor como seres humanos. He llegado a la conclusión de que no quiero ser parte de ese rebaño.

Llevo dos días sumido en esta reflexión, no he podido para de pensar, pero para ser sincero eso me alegra, no es posible que me llevara tanto tiempo descubrir la clase de sociedad en la que vivo, pero lo peor de todo lo acontecido es que yo fui parte de aquella mutilación del pensamiento, y no encuentro manera de repara el daño.

Mi mujer se ha marchado, no soportó verme tirado en un sillón, no quiero ser tan cruel, pero tal vez lo que no soportó fue que no podía mirar la televisión despreocupadamente, no la culpo, todos los que vivimos aquí estamos bastante acostumbrados a que nuestra única actividad sea mirar la televisión, todos hemos sido mutilados.

No hay manera de convencer al resto cada uno ha reprimido su capacidad de actuar por convicción y es importante decir que no lo han hecho por decisión propia, lo que sucedió es que no han tenido la oportunidad de pensar, de tener ideas, de actuar por propio convencimiento.

La única solución es modificar el sistema, lo que hay que hacer es cambiar todo de raíz, pero para ello necesitamos una acción decisiva, determinante, que altere suficiente la tranquilidad de todos los adormecidos; lo he pensado bastante y creo que sé cual será el primer paso.

Comenzaré por hacer lo mismo que hacia cuando era bombero, pero irónicamente, justo del modo contrario. Buscaré a todos aquellos que tienen libros en sus casas, porque sé que esas personas pueden poseer convicciones y tendrán el valor de apoyarme para acabar con la ignorancia, los convenceré de comenzar una cruzada por la libertad, porque finalmente ese es mayor regalo que te ofrece la lectura.
Pretendo que cada uno doné sus libros a la causa, al amanecer dejaremos un libro en cada puerta, con la intención, el deseo y la esperanza de que sea leído por quien salga la mañana siguiente. También al anochecer tomaremos Fahrenheit 451, por la fuerza si es necesario, con la intención de que nadie altere a la gente cuando intente leer, y si la situación exige capturar a los líderes de todo este movimiento, también esta acción será realizada.

La intención no es permanecer en la violencia, lo único que intento es que cada persona tenga el derecho de leer, de pensar y de ser libre, al menos una ves en la vida, después cuando todos poseamos cierto conocimiento, estoy convencido de que no permitiremos seguir con esta situación no podrán mantenernos sometidos en la ignorancia ni un minuto mas, con suerte y sobretodo con valor, cambiaremos el sistema.